Algunos de los primeros efectos
del Brexit podrán encontrarse pronto en una tienda en Nueva York o en un
bar en la Costa Brava. Los turistas
este verano van a ver, por primera vez, como la
agitación política que
impacto al mundo el año pasado, se traducirá durante sus vacaciones, y en la mayoría
de los casos, no va a ser mejorándolas.
La caída en el precio
de la libra esterlina desde
la votación en junio pasado, y junto a
la inestabilidad financiera que
continua tras la elección de Donald
Trump, significa que el costo de los viajes al extranjero ha sido impulsado
por los turistas británicos.
Se estima que ir de vacaciones a Europa o los EE.UU va a
costar un 15% más que el año pasado.
El problema
La libra ha caído frente
al dólar desde el referéndum del 23 de junio y se teme que seguirá cayendo,
teniendo en cuenta además la incertidumbre que rodea al acuerdo Brexit y las negociaciones que comenzaran a finales de este
año.
La libra esterlina
se sitúa en alrededor de 1,18€, una caída de más de 10 centavos de dólar en el último año.
Una forma de ilustrar esto es desde el balancín que se
realiza a través de los costos analizados por un barómetro, que rastrea los precios de los suplementos en
vacaciones, como el alcohol, los refrescos, el café, crema solar, repelente de
insectos y una comida de tres platos para dos personas.
En comparación con hace dos años, estos son un 28% más costosos en Orlando, Florida, con un promedio de 81€.En
Niza, es un 41% mas, o 91€. En el Puerto
Ingles alcanza los €165, un 45% más respecto a hace dos años.
Ir a Estados Unidos
La libra ha
sufrido su más aguda caída frente el dólar
que todo lo conquista, disminuyendo un 17% su valor a partir de $1.49 antes del
referéndum, y encontrarse en la
actualidad en $1.24.
Esto significa que un plato de huevos en un restaurante
local ha subido, así como el impuesto que viene como inevitable complemento.
Un respiro puede encontrarse en el hecho de que el precio de las tarifas aéreas y los hoteles
han disminuido en los últimos dos años debido a la competencia entre tantas compañías
aéreas y diferentes empresas de vacaciones. Los vuelos a Fort Lauderdale y Boston
han caído en casi un tercio, y San
Francisco más de un cuarto y los precios locales en destinos populares como
Orlando, Las Vegas, Boston han bajado hasta un 10% en comparación
con el verano pasado.